Actualmente, los automóviles utilizan la electrónica de forma casi masiva. No únicamente se han incrementado los módulos electrónicos en cantidad, sino también en sofisticación. Ejemplo de ello, son las placas de los calculadores. ¿Cómo deben afrontar las averías los profesionales del motor?
El nivel de complejidad de los sistemas electrónicos que se incorporan a los vehículos es cada vez mayor y su tecnología –aunque se intente– no es infalible. Esto se traduce en averías que, con el rápido y permanente desarrollo de las unidades y sus componentes, obliga a los técnicos electrónicos especializados en la reparación de calculadores del sector de la automoción a mantenerse en la vanguardia tecnológica para poder ofrecer soluciones reales a fallos propios de diagnóstico de laboratorio.

Dé donde venimos y dónde estamos
Si el automóvil alcanza hoy las cualidades que se le reconocen, es gracias a los numerosos sistemas cuya gestión y funcionamiento utilizan la electrónica. Es difícil, por no decir imposible, obtener la potencia, consumo, antipolución, confort, comportamiento y seguridad indicados en los coches modernos sin utilizar la electrónica y sus múltiples componentes.
Desde los primeros tímidos sistemas electrónicos, en la década de 1970, se han producido grandes avances. Esto se ha debido en parte a las exigencias de la reglamentación en cuanto a normas anticontaminantes. Pero también ha influido el intento de mejorar y optimizar el nivel de prestación general del automóvil. El resultado es que raras son las funciones que incorporan los vehículos que escapan al empuje de la electrónica.