En tiempos de los primeros airbags, al comienzo de los años 90, los fabricantes de estos componentes utilizaban para la concepción del generador de gas las propiedades explosivas de la nitrocelulosa. Este material, con un particular rendimiento, presenta el inconveniente de alterarse con el tiempo.
Por esta razón, en sus programas de mantenimiento, los constructores incorporaban, en esa época, la sustitución periódica de los módulos de airbag (de media, cada diez años).
Pero, en 1995, los fabricantes desarrollaron dispositivos capaces de durar toda la vida del vehículo. Sin embargo, que duren tanto no implica que, por diversas causas, haya que desmontar el sistema.
Vamos a explicar en qué consiste el desmontaje de un airbag.
Reglas generales de seguridad
El airbag es un dispositivo sometido a la legislación correspondiente a los explosivos, clasificado según las leyes vigentes de cada país. Es importante que el personal que efectúa una intervención sobre estos dispositivos observe las normas de seguridad siguientes:
- Los módulos de airbags y pretensores se deben desconectar siempre antes de utilizar instrumentos de medición -ohmímetro u otra herramienta con tensión- para comprobar el cableado.
- No debe efectuarse ningún tipo de medición directa ni en los módulos de airbags ni en los pretensores.
- La reparación y la unión de cables eléctricos están absolutamente prohibidos. Todo cableado eléctrico dañado debe ser sustituido en su totalidad. Ya no por ley, sino por sensatez, precaución y garantía de fiabilidad del sistema.
- No desconectar un conector de un dispositivo bajo tensión.
- Antes de conectar de nuevo un conector, hay que comprobar el estado de sus contactos, la presencia de la junta de estanqueidad y el estado del bloqueo mecánico.